domingo, 10 de marzo de 2013

PLATAFORMA K 2013 

 Plataforma K 2013
En Plataforma K 2013 se pudo apreciar la creatividad de los distintos diseñadores colombianos, quienes trabajaron arduamente por presentar colecciones llenas de mucha calidad.
Sin embargo, ellos no fueron los únicos que se esmeraron por mostrar excelentes prendas, el público que asistió a las distintas pasarelas también se preocupó por no pasar desapercibido.
Algunos acertaron completamente con sus pintas, mientras que otros no pasaron la prueba, ya fuera por lo simple de su atuendo o por estar muy recargados.
Expertos en el tema como el estilista colombiano Franklin Ramos y el editor de moda de Telemundo, Leonardo D’ Almagro, hicieron parte de esos personajes que se robaron las miradas por sus peculiares pintas.
Por otro lado, las mujeres tuvieron en cuenta cada detalle, no solo se preocuparon por la ropa, sino también por unos buenos accesorios y por tener un maquillaje impecable. En las jovencitas fue donde más se notó el afán por lucir muy actual, siguiendo los parámetros de la moda internacional.



La noche del pasado viernes, la tela que cubre la pasarela de los desfiles en el coliseo de la Universidad del Norte se levantó por última vez este año. Los desfiles de esa noche marcaron el cierre de las pasarelas en Plataforma K, que se convierte cada año en una mezcla de nuevos talentos y creadores consagrados en la moda nacional.
Por segundo año consecutivo, Beatriz Camacho fue la encargada de cerrar el evento, con una colección breve y compacta, pero que al mismo tiempo fue fiel a su esencia de uso de telas fluidas y toques de materiales poco convencionales.
Su trabajo expresó, en esta ocasión, la traducción que la diseñadora hace del momento que vive el mundo, con sus afanes, su caos y sus tribus urbanas, siempre en busca de algo que los identifique.
Esa atmósfera recargada pudo sentirse incluso en el acompañamiento musical del desfile, que incluyó temas de bandas como Coldplay y U2, y que condujo a las modelos por un ritmo rápido y sin pausas.
La gama de color corrió por cuenta de los frambuesas y naranjas, hasta llegar al morado y al verde. Esta línea, de acuerdo con la diseñadora, representa varios momentos, de la angustia a la calma y finalmente a la esperanza.
Telas suaves y fluidas, que permiten jugar libremente con la silueta femenina fue la premisa de estas prendas, que además resaltaron por el excelente trabajo de estampación digital, también característicos de la cartagenera. El toque divertido corrió por cuenta de los flecos de cuero que se añadieron en algunos lugares como las mangas y los escotes en la espalda.
Asimismo, hubo espacio para los colores neutros, en especial el nude y el negro, enriquecidos con técnicas para el tratamiento de la tela, como cortes láser y combinaciones de texturas como chifones y cuero.
Llamó mucho la atención la utilización de acetatos y lentejuelas con menor dosis de brillo para crear prendas muy elaboradas, pero que no se desligaron de la esencia femenina que Beatriz siempre busca resaltar.
Al final, el público elogió la pasarela, pero también criticó el hecho de que comenzara casi 40 minutos tarde (estaba programada para las 10 p.m.) sin que se conociera una justificación.
Una playa alegre y sofisticada. Es el ambiente que propone Caffé Swimwear para engalanar el encanto de la mujer a través de sus prendas. Con vestidos de baño que recordaron piezas imprescindibles de los años 70, pintados en tonos fucsia, turquesa, naranja y azul eléctrico, y en estampados de motivos tribales glamurosos, las modelos demostraron cómo lucir la elegancia entre el sol, el mar y las palmeras.
Resaltaron los detalles de lujo, de la mano de aros dorados, presentes en bikinis, que convertía esta pasarela, patrocinada por EL HERALDO, en una propuesta llena de estilo, pero a la vez práctica, al momento de dejarse seducir por el encanto de las olas, abriendo paso a prendas versátiles e ideales en cualquier momento del día.
Las carteras, elaboradas en fique y con apliques como borlas y tejidos, fueron el complemento perfecto para trajes de baño, túnicas, faldas, pantalones y vestidos.
Agua Bendita, por su parte, ‘roció’, con su acostumbrada fórmula de alegría y manualidad, la pasarela de Plataforma K, donde presentó, por primera vez, su colección Hunters.
La magia salvaje del bosque, sus texturas y sonidos, sirvió de inspiración para Catalina Álvarez y Mariana Hinestroza, las diseñadoras, quienes lograron impregnarla en cada pieza.
El animal print, pintado en fucsia y tonos de rosa, siempre imprescindible en su propuesta, estuvo acompañado con detalles como bordados y tejidos en bikinis, tops y blusas ombligueras. El trabajo artesanal, gran factor diferencial de la marca, sobresalió en copas y bordes de cortes strapless y brasieres, mientras que las figuras de alces, conejos, venados, zorros y pájaros grabaron la estampación, con tonos malteados en rosas, verdes y amarillos.
Una playa alegre y soñadora, de lujo, con toda la feminidad que requiere un buen chapuzón o paseo junto al mar

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